El domingo 3 de Febrero, a las 10:30 horas comenzaron los gallos en el Cordel, frente a la antigua cochera de los "Popas" los cuales ofrecieron la cochera a los padres de los quintos para que pusieran allí la cantina; aunque los quintos ya no van a la mili (por lo que era tradición correr los gallos), en nuestro pueblo se sigue esta tradición.
La mañana apareció lluviosa y fría, finalmente dejó de llover. Al principio la gente estaba muy apagada, pero gracias a la cantina que habían puesto los padres de los quintos para invitar a todo el pueblo, el día se fue animando.
La gente no dejaba de ir a comerse un pinchito, que si queso, jamón, chorizo, salchichón,..., y unas cervecitas y vinitos de vez en cuando, se comenzó a animar un poco y se pasó un día agradable en convivencia.
Antiguamente los pañuelos que llevaban los quintos al cuello se los bordaban las novias o las hermanas. Hoy se los regalan las quintas.
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